¡La llegada a Saumur es FA-BU-LEUSE!
"¡Ponte detrás, remas mejor que yo!" " " Pero no del todo ! Afortunadamente, la corriente hará la mayor parte del trabajo y nos llevará tranquilamente a nuestro destino. No hace falta ser deportista, todo lo que tenemos que hacer es disfrutar... Muy rápidamente, el Château de Saumur aparece a la vista. La ciudad se nos ofrece como una magnífica postal, un cartel que vuela al ritmo de la corriente.
Bajo los pilares arqueados del bellísimo puente Cessart, fácil de cruzar, imposible detenernos... Eco, eco, eco... Pero la corriente ya nos lleva más lejos.